DEMÓCRATAS A TIEMPO PARCIAL

democracia2bUn conocido refrán dice “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Y si de algo presumen nuestros dirigentes políticos es de su condición de demócratas, haciendo de ésta una bandera que enarbolan con orgullo y usan hasta la saciedad como argumento en sus debates. Sin embargo, yo prefiero la célebre máxima “por sus actos los conoceréis”, puesto que el valor del discurso, de la palabra al fin, muestra un evidente declive, mientras que las obras ayudan a conocer y evaluar mejor a sus autores.

De entre quienes se autocalifican como “demócratas” destacan dos variantes especialmente peligrosas. La primera la integran aquellos que sólo se alegran cuando la regla de las mayorías está de su lado, cuando la aritmética les es favorable, pero que, ante las penurias que implica estar en minoría, se rebelan contra el sistema e incluso llegan a torpedearlo con tal de seguir imponiendo sus postulados minoritarios. La segunda la forman los que entienden la democracia como un mero concepto matemático y que, tras obtener una mayoría holgada, la aplican con contundencia como único requisito de su actuación. En mi opinión, ambas posturas son muy peligrosas.

En el primer grupo afloran cada vez con mayor frecuencia quienes se jactan de las bondades del sistema democrático mientras puedan detentar el poder y llevar a cabo sus políticas pero que, cuando se ven relegados a una posición minoritaria, son incapaces de aceptar la situación sobrevenida y denuncian la legitimidad de ese mismo sistema que antaño les otorgó el poder. Llegan incluso a actuar en contra de las reglas de juego que aceptaron en su momento. Este tipo de posicionamiento es muy propio de los partidos nacionalistas, cuyas mayorías en sus respectivas regiones de origen se tornan en minorías a nivel nacional, de tal manera que pasan de presumir abiertamente del respaldo popular en sus Comunidades Autónomas a denunciar a la Constitución cuando les relega a una situación de minoría, ignorando por completo el hecho de que es esa misma Constitución la que les permite alardear de votos en sus territorios y les legitima para actuar como cargos públicos. Tan pronto exaltan las bondades de las urnas como denuncian amargamente ante algunos organismos internacionales su supeditación a otras mayorías. En otras palabras, únicamente saben ser demócratas si ostentan la mayoría. Son, pues, demócratas a tiempo parcial. Son, pues, falsos demócratas.

En el segundo grupo reducen el espíritu y la esencia del sistema a una fría operación de sumas y restas y hasta son capaces de transformar el deseable funcionamiento parlamentario para ajustarlo a su particular visión numérica. Así, según su concepción de la democracia, los diputados y los senadores no pueden ser libres para votar en conciencia, pese a que el artículo 67.2 de la Carta Magna establece que los miembros de las Cortes Generales no están sometidos a mandato imperativo alguno. Por el contrario, consideran que los parlamentarios deben limitarse a cumplir las órdenes del portavoz de su grupo. En consecuencia, los debates son prescindibles, por lo que no tiene ningún sentido recurrir a la dialéctica que induzca a la reflexión, ya que el sentido del voto está decidido de antemano. El Parlamento entendido como órgano de debate y deliberación se desvirtúa para convertirse en un escenario en el que efectuar reiteradamente una serie de fórmulas aritméticas. Están convencidos de que sus votantes les han otorgado un cheque en blanco para actuar a su antojo pero olvidan que no hay mayoría que pueda ir en contra de la Constitución ni de las reglas básicas del sistema. Son, también, demócratas a tiempo parcial. Son, también, falsos demócratas.

Ya es hora de que, de una vez por todas, arranquemos la careta a quienes, con discursos y palabras, se disfrazan de lo que no son. A quienes sus actos les dejan en evidencia. A quienes, en definitiva, presumen de lo que carecen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de privacidad, pinche el enlace para mayor información.PRIVACIDAD

ACEPTAR
Aviso de cookies